Pero vamos con un par de historias curiosas.
Aunque este rumor está muy extendido, no fue así.
En 1935, en pleno gobierno nazi, y tras haber comenzado la construcción de las famosas Autobahn alemanas, resulta que en el Reich alemán se podía ir a casi todas las ciudades impoertnates en coche pero casi nadie tenía coche. Solo aquellos que se podían pagar costosos Mercedes, Benz, NSU o la legión de marcas francesas que por entonces se vendían, podían circular por las autopistas.
Hitler quería que se fabricara un vehículo barato, que tuviera cuatro asientos y no costase más de 1.000 marcos de la época, para consumo de las clases populares. También es de todos conocido el encuentro en 1935 entre Ferdinand Porsche y el Fürher, en el que Hitler le esbozó al famoso maestro Porsche, en una servilleta, cómo imaginaba él un coche con las características que quería.
Pero este diseño no era original de HItler por doble motivo:
1- Ya en 1932, un año aciago para Porsche que casi acaba con el cierre de la marca, el barón Fritz von Falkenhayn, jefe de planta de NSU (filial alemana de Fiat), le encargó el diseño de un coche sencillo que se adecuase a la difícil situación económica alemana de entreguerras. De este nuevo encargo vería la luz el Tipus 32 que presentaba un motor refrigerado por aire de 1.470cc muy parecido al que equiparía definitivamente el Escarabajo años después. Cuando Fiat se enteró de la existencia de este proyecto, obligó a la NSU a paralizar su fabricación por incumplimiento de contrato. Los alemanes se habían comprometido a no fabricar más coches con su nombre después de la absorción por parte de Fiat. Poco después la NSU desapareció.
Hitler se dio cuenta que la RDA no colaboraría mucho para poner en marcha la producción en serie de su vehículo y decidió que sería más viable construir su propia factoría, y el lugar escogido fue el condado de Schloss Wolfsburg, un pequeño pueblo llamado Fallersleben en el Canal Mitelland. La razón de la elección era lógica, la fábrica había de tener una vía fluvial navegable y una central eléctrica propia para proporcionar energía eléctrica a la fábrica y a su propia ciudad donde vivirían sus trabajadores.
Al final ni siquiera Porsche sacó provecho de tan jugoso contrato quedándose simplemente el reconocimiento del diseño como suyo, aunque esto le sirvió como base del 356 y 911 que hicieron a Porsche lo que es.
2 -Pero, como se dice por ahí, ¿robó Hitler el diseño del Volkswagen Escarabajo a un ingeniero judío? Eso es lo que afirma Paul Schilperoord en su libro The Extraordinary Life of Josef Ganz. Según Schilperood, tres años antes de ese encuentro entre Hitler y Porsche, Josef Ganz ya conducía un automóvil diseñado por él mismo al que había llamado Maikaefer o May Bug. Este vehículo tendría muchas similitudes con el Volkswagen Escarabajo desarrollado posteriormente por Porsche. De hecho Ganz habría estado trabajando en el automóvil desde 1928 y existirían muchos bocetos que lo demuestran.
Hitler habría visto el May Bug en una exposición de 1933 y copiado la idea.
Josef Ganz se instaló en Zurich, Suiza. Allí mostró el prototipo del Standard Superior ante funcionarios del gobierno suizo y consiguió un contrato para desarrollar un “Swiss Volkswagen” con financiación estatal, tal y como Porsche estaba haciendo en Alemania. Los primeros prototipos de las marcas Volkswagen Suiza se terminaron en 1937 y se parecía mucho a los bocetos originales de Ganz. Los planes de producción en Suiza, Francia y Polonia tuvieron un abrupto fin cuando el ejército alemán invadió Polonia en 1939.
Moriría, completamente anónimo, en Australia en 1967. Curiosamente el libro de Schilperood contado toda esta historia puede comprarse en la tienda del Museo Volkswagen.
Quedan pendientes las preguntas...¿fue Hitler quien robó la idea de Ganz? o viendo la línea temporal de los prototipos, ¿fue Porsche quién robó la idea a Ganz y dejó que Hitler se creyera un tipo original para poder así producir el coche y salir de la ruina?.
No se si alguna vez lo sabremos...
En efecto, en el año 1974 el abuelo de Kim Jong-un, en un periodo en el que Corea del Norte presumía de buena salud económica, engañó a Suecia y encargó a Volvo una flota de 1.000 automóviles modelo 144 Sedán en el último año de su fabricación.
Los periódicos suecos llevaban en su interior publicidad a página entera del propio Gobierno Coreano ensalzando la riqueza económica del país comunista. Esto animó a Suecia a cerrar acuerdos comerciales con Corea del Norte, entre ellos el que hizo Volvo por 1.000 vehículos cuyo valor entonces eran de 2,5 millones de euros y que a día de hoy, sumando inflación e intereses, asciende a 300 millones de euros.
Como en cualquier régimen dictatorial en el que aunque el país esté hecho trizas se ensalza la figura de su líder como si fuera Dios, todo quedó en una cortina de humo. Dos años más tarde de producirse la venta de estos coches se descubrió que la Embajada de Corea del Norte en Suecia (también en otros países nórdicos), hacía contrabando de cigarrillos, alcohol y drogas para costearse los gastos de representación diplomáticos porque nadie tenía un duro para pagarse nada.
Volvo sigue contabilizando desde entonces la estafa en su capítulo de eternos deudores, y ada año la Oficina de Comercio Exterior sueca le reclama a los norcoreanos la nueva cantidad que le debe y que no para de crecer. Mientras, los Volvo 144 ruedan por las calles de Pyongyang en buen estado de conservación y la mayoría usados como taxi. Supongo que nuestro Amado Lider irá en un Mercedes Clase S blindado mientras sus súbditos van a pie y el que pueda se cogerá un taxi, si es que alguno puede. Os recomiendo este vídeo:
Si, empieza a haberlos.
Viajar a Cuba es como volver atrás en el tiempo automovilísticamente hablando más de medio siglo. El país caribeño, cuenta por suerte o por desgracia, con uno de los parques automovilísticos más antiguos del mundo, y que es digno de ver.
Cuest a entender que los coches que hay en Cuba pueden ser viejos clásicos, pero son el coche diario de muchísima gente. Hay dos tipos de coches en Cuba, mejor dicho tres. Por un lado los grandes coches americanos de los 40, 50 y 60. Luego están los coches rusos de diferentes décadas (Polonez, Moskovitch, Lada, etc...), y por último los coches modernos, que haberlos, haylos, porque como en todo régimen chungo siempre hay gente con posibles, o extranjeros que viven allí expatriados e importan vehículos, normalmente con algun importador privado que casualidades de la vida lleva el apellido Castro por ahí o algún otro apellido del régimen.
Eso sí, el ingenio del cubano reparando coches es digno de mención. Coches con salpicadores de otros coches, con cristales adaptados, carburadores rehechos, carrocerías soldadas, y mil y un apaños increíbles. Todos los coches americanos con originales V8 de gasolina montan ahora motores diésel de camión de origen ruso. Las mecánicas han sido sustituidas por otras más económicas y en ocasiones fiables que pueden mantenerse sin un coste tan alto como el de aquellos V8 de sonido espectacular que montaban en origen. El precio de este parque automovilístico es claro, el constante olor a contaminación y el humo sucio y negro que desprenden estos coches. Imaginad que todos los taxis de Madrid o Barcelona llevaran motores diésel Barreiros de los años 60. El ambiente sería irrespirable en determinadas épocas del año.
Os recomiendo el artículo de Motorpasión en que hablan de La Habana y en el que un chófer cubano le cuenta al periodista que, por ejemplo, existen varios Porsche 356 que todavía ruedan en ocasiones por las calles de La Habana y hasta un Mercedes 300 SL Gullwing que se vendió hace unos meses por sólo 60.000€. Y que existen muchas más joyas de la automoción escondidas en garajes particulares sin que sus dueños sepan muy bien qué demonios tienen allí guardado. Una auténtica pena.