Como sabéis los coches de alto standing en los años 30 eran habitualmente vendidos como chasis para que cualquier pudiente lo comprara y lo llevara a alguno de los famosos artistas carroceros (porque eran verdaderos artistas) que por entonces copaban el mercado. Figoni et Falaschi, Chapron, Voisin, Saoutchik y tantos más que dieron gloria al automóvil y millones de euros a los actuales propietarios de sus coches. Delahaye, marca francesa hoy desaparecida, era una marca de altísimas pretensiones en los años 30, compitiendo en lujo directamente con Bugatti.
El coche que veis en la foto, es uno de los dos coupé carrozados por Henri Chapron. Solo hay dos, unos gris y otro azul, siendo el gris mi objeto de deseo por su elegancia y su modernidad a pesar de sus 77 años de vida. Y ambos dos son del mismo norteamericano millonario, John Mulliner, que al menos los enseña durante los típicos días del Concurso de Elegancia de Pebble Beach en California, cerca del museo que lleva su propio nombre.