Por ejemplo, los primeros Jensen fueron coches deportivos dotados de mecánicas Ford de ocho cilindros, y la denominación Interceptor fue empleada por primera vez en 1950 para designar un lujoso cabriolet, impulsado por un motor Austin A 135 de cuatro litros y seis cilindros.
por JULIO A pesar de que Jensen ha tenido varios modelos en el mercado, Jensen es de esas marcas que automáticamente se asocian a un modelo determinado, como AC al Cobra, o DeTomaso con el Pantera. Ese modelo es el Interceptor, un coche original, que puede gustar más o menos, pero que a mi entender tiene una línea difícilmente igualada y fácilmente reconocible. Vamos a hablar un poco de Jensen, y después vamos con el Interceptor. Los hermanos Alan y Richard Jensen hicieron su debut en el campo de la creación de automóviles al finalizar los años veinte, y fue de forma muy modesta, pues consistió en una carrocería deportiva sobre un chasis de Austin Seven. A partir de ese momento, los Jensen comenzarían a especializarse en carrocerías deportivas para distintas mecánicas. En 1936 aparecieron los primeros coches con la marca Jensen, y cabe destacar que nunca Jensen como empresa llegó a fabricar mecánicas propias. Sus coches siempre utilizaron motores suministrados por otras marcas de la automoción, preferentemente norteamericanas e inglesas.
Por ejemplo, los primeros Jensen fueron coches deportivos dotados de mecánicas Ford de ocho cilindros, y la denominación Interceptor fue empleada por primera vez en 1950 para designar un lujoso cabriolet, impulsado por un motor Austin A 135 de cuatro litros y seis cilindros.
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por EDUARDO. Desde hace un tiempo se vienen escuchando rumores acerca de la resurrección de una firma legendaria, la francesa Alpine. Parece ser que, después de que en 2014 Renault se hiciera de nuevo con el control total tras comprar a la británica Caterham su paquete de acciones (se habían asociado dos años antes con la idea de producir conjuntamente automóviles deportivos pero el plan fracasó), están trabajando en un nuevo, y a la vista de las fotos que circulan muy atractivo, proyecto que según se dice podría salir a la venta en el 2016. Éste hecho y la efemérides que supone el cumplimiento del 20 aniversario desde que salió el último vehículo de esta marca de la cadena de producción nos parecen motivos más que suficientes para dedicarle un artículo al último representante de la saga Alpine: el Alpine A610.
por JULIO. A finales de los años 60, Jacques About, un empleado del departamento de relaciones públicas de Renault Canadá, estudió la viabilidad de importar el deportivo Alpine A-110 en Canadá. A pesar de que el estudio de About resultó positivo, Renault decidió no exportar el Alpine. Sin embargo, About, animado por los resultados del estudio, que había revelado un mercado para un coche de estas características, decidió dejar Renault y producir su propio automóvil deportivo para llenar el nicho que estaba seguro había identificado.
Podríamos decir que el Manic fue un coche "parido" a la sombre del Alpine pero sin ser un Alpine. Para financiar su futura creación, About se lanzó a la competición automovilística. Apoyado por la marca de cigarrillos Gitanes y por el fabricante francés GRAC, About dio a conocer el nombre Manic, que provenía del río Manicouagan de Québec. El monoplaza de Fórmula B estableció nuevos records en los circuitos de St-Jovite y Mosport, aportando capital y credibilidad al proyecto. El entusiasta y convincente Sr. About demostró ser todo un experto en recaudación de fondos y, con el respaldo de pesos pesados como Bombardier, supermercados Steinberg, y los gobiernos de Canadá y Québec, pronto obtuvo un capital de 1,5 millones de dólares y comenzó la planificación de la producción para el nuevo deportivo. About contrató a un francés llamado Serge Soumille (quien al parecer se encontraba en el país acompañando a su esposa en una gira musical) para realizar el diseño. Mientras que el GRAC había sido un coche de carreras, el Manic GT no fue pensado para la competición. Iba a ser un turismo de dos plazas, pequeño, elegante y asequible que ofrecía un buen rendimiento y un consumo de combustible moderado. Al haber pertenecido al departamento de relaciones públicas de Renault, About estaba familiarizado con los componentes y la metodología de esta compañía, y llegó a un acuerdo con ella para utilizar la plataforma y el sistema de transmisión del Renault 8 con motor trasero como base para el Manic. La suspensión era independiente en las cuatro ruedas a través de muelles helicoidales, la dirección era de cremallera y piñón, y tenía frenos de disco en las cuatro ruedas. El motor Renault era un robusto cuatro cilindros de 1.289cc, con válvulas en cabeza y cigüeñal de cinco apoyos. |
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