por EDUARDO. Tras haber conocido en la primera entrega al espectacular y complejo Seat Ibiza Bimotor, continuamos con este dossier dedicado a los coches de rally más sorprendentes y especiales que se han visto en un tramo, siendo nuestro segundo protagonista un híbrido italo-polaco no menos espectacular y complejo conocido por el nombre de “Stratopolonez”. Tras este extraño nombre se esconde la fusión de dos vehículos tan dispares y antagónicos como son el mítico Lancia Stratos y el utilitario polaco FSO Polonez. Del primero poco se puede decir que no se sepa ya, diseñado por Bertone y dotado con un motor central V6 “Made in Ferrari”, no hay duda de que es toda una leyenda de los rallys y uno de los vehículos más admirados y queridos por los aficionados. El segundo seguro que es bastante menos conocido por estas tierras, aunque por raro que parezca estuvo oficialmente a la venta en nuestro país a finales de los 80 y principios de los 90 por un precio ligeramente inferior al millón de pesetas de la época. Para los que no le conozcan, comentar que estamos ante el típico producto de los países del otro lado del “Telón de Acero” como podrían ser los Wartburg, Lada, Yugo, Dacia, o la que en esta ocasión nos ocupa, la firma estatal FSO, con las características y particularidades que ya todos conocemos, y siendo su origen en este caso polaco. Este FSO Polonez fue producido desde finales de los años 70 hasta comienzos del nuevo milenio y nace con la vocación de ser el sucesor del veterano Fiat Polski 125 (fabricado bajo licencia por FSO en Polonia), aunque en realidad comparten bastidor y diversos elementos mecánicos.
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por JULIO. En nuestro ánimo de seguir descubriendo marcas raras, hoy hablaremos de otra típica marca británica. Corría el año 1959 cuando los británicos Jem Marsh y Frank Costin se unieron con el propósito de construir un pequeño deportivo al más puro estilo británico, siguiendo el precepto más básico, usar componentes de serie de fabricantes generalistas. Marcos era el acrónimo formado por las primeras letras de los apellidos de Jem Marsh y Frank Costin.
LOS INICIOS: EL XYLON GT En el primer prototipo, el Marcos Xylon GT, Costin recurrió al diseño aplicado en el bastidor del bombardero De Havilland Mosquito (empresa para la que había trabajado anteriormente) y para el cual diseñó un chasis monocasco de madera. En esa época era muy habitual el chasis de madera, como se puede encontrar en otras marcas del mismo estilo y época, como Morgan. El Xylon poseía una carrocería muy básica alrededor de ese bastidor, puertas tipo ala de gaviota, un recubrimiento de fibra de vidrio y un característico parabrisas constituido por cuatro piezas planas. Eran tan feo que se le conoció como Ugly Ducking (Patito Feo). En el apartado mecánico, Jem y Frank echaron mano de un motor de cuatro cilindros de Ford por su probada fiabilidad y su sencillez. Para demostrar su potencial, participaron en carreras locales e invitaron a conducirlos a pilotos como Jackie Stewart, saldándose la prueba con bastante éxito y una buena crítica por parte del gran Jackie. Solo se hicieron 9 unidades, alcanzándose hoy en día precios que rondan los 60.000€ por una buena unidad. |
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