Si queréis conocer la historia completa de De Tomaso y sus modelos, iremos hablando poco a poco de los mismos aquí, pero hoy nos vamos a ocupar de un modelo muy exclusivo y que a nivel clásicos es original, poco visto, de buenas prestaciones y relativamente asequible. El famoso De Tomaso Longchamp.
El nombre del coche, Longchamp, es una cuidad de Argentina, ubicada concretamente en la provincia de Buenos Aires.
Después de su incursión en el mundo de los deportivos con una máquina tan bonita (a la que vez que mal acabada dinámicamente) como el Mangusta, De Tomaso lanzó en 1970 la berlina Deauville, de la que ya hablamos en nuestro post Superberlinas 1980.
Vestido con una carrocería sospechosamente parecida a la del Jaguar XJ6 mientras se calzaba sobre un chasis de Maserati quattroporte, el Deauville fue presentado en el Salón de Turín de 1970. En sus 15 años de vida solo se vendieron 244 unidades de Deauville. Aparte de eso no es mucho lo que se puede decir de este coche excepto que montaba, como no, un motor Ford V8 de 5.763cm3 que rendía 330CV.
Se nota bastante en el diseño la influencia de coches previos del mismo diseñador, como el Lancia Marica prototipo. Sus luces traseras son las mismas que las del Alfa Romeo 1750/2000 Saloon. El motor era como hemos dicha el del Deauville, el Ford-351 de 330CV, con transmisión automática de tres velocidades, aunque existen 17 unidades con una caja manual ZF.
LONGCHAMP SERIES 1:
La primera desde 1973 a 1980, que es la más “pura” en cuanto a respeto por el diseño original del coche, montaba como decimos el 5.0 de 330CV. Mecánica simple pero efectiva, el 5 litros Chevy era un motor que sin ser un bestia daba muy buenas prestaciones aunque la caja de cambios de tan solo tres relaciones Ford C-6 Cruise-o-Matic penalizaba un poco dichas prestaciones. La suspensión eran independiente y los frenos eran de 4 discos ventilados. Los interiores eran muy lujosos, aunque algún pequeño detalle como el volante o el pomo de cambios fuera tomado sin pudor alguno de modelos Ford.
La segunda serie, con ligeras modificaciones a partir de este año 1981 tenía, además de pequeños retoques estéticos sobre todo en interiores, un motor modificado reduciendo la potencia a 270cv por problemas con el suministro de motores. El coche, además de venderse poco perdía parte de su encanto de potencia bruta. Después de terminar con el suministro de motores americanos Ford-351 V8, De Tomaso comenzó el abastecimiento de sus motores desde Australia, donde había sido trasladada la línea de producción. Los motores se retocaban en Suiza antes de ser instalados en Italia, y estaban disponibles con potencias de 270, 300 ó 330 CV.
LONGCHAMP SERIE 2 VERSIONES GTS:
También se introdujo una versión GTS en la Serie 2 y una versión descapotable que realizaba Carrozzeria Pavesi de Milán. Hubo una pequeña tirada de Spyder GTS e incluso Pavesi convirtió algunos coupés de la Serie 1 en Spyders.
También hay quien afirma, y me inclino por esto último, que la producción real cesó en 1986 pero que se tardó 3 años más en vender el stock que quedó en los concesionarios. La competencia hizo estragos en el coupé italiano.
De Tomaso cerró oficialmente por bancarrota en 2012 mientras el Gobierno sigue negociando posibles compradores.
Un coche muy similar y competidor directo del Longchamp es el Maserati Kyalami. Si el Longchamp es raro el Kyalami es aún más extraño de encontrar. Se produjo solamente entre 1976 y 1983. ¿Por qué son tan parecidos el Kyalami y el Longchamp?
Porque en 1976, Alejandro De Tomaso, con la asistencia del gobierno italiano toma el control de Maserati cuando su propietario, Citroën, se negó a apoyar el resurgimiento de la compañía tal como quería el Gobierno. Vamos, una jugada típica para "echar amablemente" a quién no es del país y no obedece tus órdenes. Citroën quería rentabilidad pero DeTomaso aseguraba la continuidad. Así salió la coas, arruinando las credenciales de Maserati durante muchos años, hasta el fin de la era De Tomaso que llegó hasta 1992.
El primer Maserati presentado por De Tomaso, el Kyalami, fue en realidad un modelo ligeramente rediseñado de Longchamp pero el motor Ford fue reemplazado por un Maserati V8 (Maserati nunca había llevado motores que no fueran suyos). Las dos máquinas, exteriormente eran casi idénticas excepto por sus marcas, las máscaras y los faros.
210 Kyalamis se construyeron entre 1976 y 1983. Debido a su rareza muy poco se ha escrito en revistas acerca del Kyalami siendo un coche muy desconocido por ser un Maserati muy extraño. Sin embargo, las experiencias directas de propietarios confirman al Kyalami como uno de los últimos Maseratis válidos antes de la “época oscura” de Maserati en los años 80, donde cada modelo fue peor que el anterior y el Maserati Biturbo dio el pistoletazo de salida a una época que es mejor olvidar gracias al propio De Tomaso.
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