El caso es que a últimos de los 80, Autech, la división especializada en coches especiales de Nissan (una especie de Nismo, aunque Nismo era una empresa originalmente externa a Nissan), decidió que era el momento de contar con un carrocero europeo de prestigio para hacer una pequeña tirada de un deportivo exclusivo y diferente. Hartos de solo dedicarse a re-carrozar coches para personas con necesidades especiales y hacer algún tuning venido más con los Nissan Stagea, llamaron a Zagato y le propusieron basarse en el chasis Infinity M30 / Leopard Y30 (mismo coche, nombres distintos para USA/Japón) para hacer algo “especial”.
Evidentemente Zagato logró algo especial, vaya que sí. Supongo que como diseñador italiano les vendió a los japoneses el asunto de alguna forma especial, y se lo vendió bien, porque me puedo imaginar las iniciales caras de horror de los nipones cuando les presentó el proyecto tornándose después en alabanzas a tan creativo y “singular” diseño.
Como podéis ver en la foto el coche es, por decirlo finamente, patético para un coche que si, tiene un V6 de 280cv, si, está diseñado por Zagato, y si, iba muy bien en general, es un buen deportivo con 320cv…pero costaba en 1989 unos 18 millones de yenes, o sea el doble del Honda NSX-R de 1990 que costaba 9 millones y casi cuatro veces lo que costaba un Nissan Skyline R32 GT-R de 5 millones (por entonces casi había paridad entre yen y peseta como referencia).
Portaba como decimos un V6 de 280cv, con unas prestaciones bastante dignas, un par de 410Nm @ 2.800rpm y una caja de cambios automática de cuatro marchas. Las dimensiones del coche son 4.370mm de largo, 1.800mm de anchura y 1.345mm de altura.
Los faros delanteros, los intermitentes, todo es a mi parecer es lamentable para un coche de este precio, y encima las llantas parece que llevan tapacubos aunque no sea así. Vamos, un desastre.
Y aun podemos decir más, y es que Zagato al tiempo que fue contratado por Autech lo fue también por Aston Martin, para la cual creó otro original coche de serie limitada, el Aston Martin Zagato V8, del cual tmabién existe disparidad de opiniones.
Hoy en día ver algún Stelvio fuera de Japón es complicado de verdad. Sólo se pueden encontrar algunos en Reino Unido, (dónde si no), pero contados con una mano. En Japón los de segunda mano no cuestan más de 4 millones de yenes actuales.
Y que decir de los interiores, otro de los puntos más débiles del vehículo. A pesar de su tapicería de cuero de lujo, el volante o el aspecto general del coche deja bastante que desear para el precio que se gastaba.
No contentos con la primera experiencia, para que luego digan que los japoneses son tan listos, Autech y Zagato trabajaron en un nuevo coche, el Gavia.
Zagato, en un alarde de valentía cogió el Stelvio, le quitó los retrovisores, le cambió cuatro cosas y se lo vendió de nuevo a los de Autech. Con dos cojones. Este trasto contaba con el mismo motor, el V6 3.0 de 280cv que por entonces llevaban los 300ZX y con una carrocería de aluminio muy ligera. Del mismo se hicieron solamente 30 unidades, de las cuales 14 están aún en Japón y 16 repartidas por Reino Unido y algún otro punto del mundo. Juzgad por vosotros mismos, he aquí el Gavia:
En fin, existió un día en que Zagato nos falló pero aún nos preguntamos por qué, y los que compraron los coches a unos 110.000€ de esos años supongo que no entenderán el porqué de que los coches en las subastas no los quiera nadie o no pasen de los 20.000€ de hoy.