Aunque esta peculiaridad los hacía bastante más asequibles que los coupés que se habían comercializado hasta entonces (siempre fue un tipo de carrocería bastante exclusiva), seguían estando en muchas ocasiones demasiado lejos del público más joven y/o con menos posibilidades económicas, por lo que la solución que se les ocurrió a algunas marcas (yo le daría el mérito de la idea a Opel principalmente) para satisfacer esta demanda fue lanzar el mini-coupé, que gracias a estar desarrollados a partir de utilitarios y por consecuente ser más pequeños y montar motorizaciones más modestas, eran aún más económicos y accesibles.
Eran sin duda auténticos coupés, atractivos y diferentes, pero todo ello condensado en una carrocería de menos de 4 metros, con unas cualidades técnicas llamémoslas convencionales o discretas, y con una orientación bastante marcada hacia el ámbito ciudadano. Estamos ante los protagonistas de este artículo: el Ford Puma y el Opel Tigra.
El primero y a la vez más capaz de todos ellos fue el 4 cilindros de 1.679cc perteneciente a la familia “Zetec” y desarrollado en colaboración con Yamaha. Gracias a su alto nivel tecnológico, con elementos como las 4 válvulas por cilindro con doble árbol de levas en culata, sistema de admisión variable VCT o camisas secas tratadas al Nikasil, conseguía un rendimiento de 125cv a 6.300 rpm con un par de 16 mkg a 4.500 vueltas. Con un excelente rendimiento desde bajas vueltas y un funcionamiento muy homogéneo, un bonito sonido y un consumo bastante contenido si no se abusa del acelerador (porque si nos gusta la conducción deportiva la media sube enseguida a unos 10-11 litros a los 100 kms) estamos ante un magnífico motor que sin duda es el más recomendable de todos. Además la caja de cambios de 5 velocidades asociada es también magnífica, ya que cuenta con unas relaciones tirando a cortas y un manejo altamente satisfactorio, siendo rápida, precisa y con un tacto metálico de esos que provocan adicción. Añadir por último que este 1.7 se montó hasta que se decidió retirar del mercado al Puma y que fue utilizado en exclusiva en este modelo, ya que no fue montado en ningún otro Ford.
El siguiente propulsor representó la opción más modesta y económica, ya que estamos ante un 1.4 (concretamente 1.380cc) que rinde 90cv a 5.500rpm y un par de 125Nm a 4.500 vueltas y que procede del Fiesta XRi. Igualmente pertenece a la familia “Zetec”, cuenta con culata multiválvulas DOHC y tiene un rendimiento bastante bueno si tenemos en cuenta que estamos ante un motor pequeño. El consumo, lógicamente, es bastante más contenido que el de su hermano mayor y nos podemos mover en torno a los 6-7 litros en una conducción tranquila.
En el año 2000 este 1.4 fue sustituido por un 1.6 (1.596 cc y 16 válvulas) procedente del Focus que rendía 103 cv a 6.000 rpm y un par de 145 Nm a 4.000, mejorando ligeramente las prestaciones pero con un consumo muy similar. Dado que este motor apareció en la recta final de su vida, es de los tres la opción más minoritaria y la más difícil de encontrar hoy en día. Resaltar también que los 3 propulsores pueden presumir de una fiabilidad muy destacada, y con un mantenimiento y trato adecuados son prácticamente irrompibles.
Como ya hemos comentado, el bastidor sobre el que se construye el Puma es el mismo que el del Fiesta, aunque eso sí, convenientemente modificado en algunos aspectos para darle un mejor rendimiento deportivo: chasis y suspensiones más rígidas, dirección más rápida y precisa, frenos más grandes (aunque este aspecto fue el más criticado ya que detrás seguía empleando tambores), o una monta de neumáticos más ambiciosa (195/50 R15). Así, el Puma consigue un comportamiento realmente destacado, siendo estable pero a la vez deportivo y asegurando a su “piloto” una conducción divertida por una retorcida carretera de curvas, sin duda su terreno favorito. Subvirador al límite y muy rápido en circuito cerrado, tan sólo los comentados escasos frenos le impiden sacar un sobresaliente en este aspecto.
Por último una recomendación, el genial spot, que quizá alguno recordaréis, con el que Ford presentó al Puma y que estaba protagonizado por el gran Steve McQueen, que gracias a los efectos especiales cambia el icónico Ford Mustang GT 390 Fastback verde oscuro de 1968 por un pequeño Puma en el célebre escenario donde se rodó el fantástico clásico “Bullit”. (https://www.youtube.com/watch?v=QejrQ867OS0).
Presentado en el Salón de Frankfurt de 1993 como concept car junto con una versión roadster que nunca llegó a comercializarse, gracias a la gran acogida que obtuvo Opel decidió seguir adelante con el proyecto y sacarlo a la venta, de manera que a primeros del año siguiente el Tigra ya estaba en los concesionarios. Su vida comercial se alargó hasta el año 2000, momento en el que es retirado del mercado, despachando durante esos 6 años algo más de 250.000 unidades. Cabe destacar que a este pequeño coupé lo podemos considerar “un poco nuestro” ya que se produjo en exclusiva en la factoría que la marca alemana tiene en Zaragoza. Otro dato curioso es que se vendió bajo diversas denominaciones según el mercado al que iba dirigido, así en el Reino Unido se le conocía como Vauxhall Tigra y en algunos países latinoamericanos donde fue exportado como Brasil o México como Chevrolet Tigra.
Como ya hemos comentado, para su desarrollo se parte de la plataforma del Corsa B, sobre la cual se construye un coupé de tipo 2+2 que no utiliza ningún panel ni piezas exteriores del utilitario del que deriva, consiguiendo de esta forma una imagen totalmente diferenciada. No ocurre lo mismo con muchos elementos mecánicos, los motores o algunos componentes interiores, que son tomados prestados sin ninguna modificación con la idea ya expuesta de ahorrar costes en todo lo posible. Con la nueva carrocería se logra un excelente CX de 0,31, pero la contrapartida es que sufre un sobrepeso respecto al Corsa equivalente de unos 150 kgs, lo que perjudica sensiblemente las prestaciones, en especial la aceleración. De esta carrocería cabe destacar también la cúpula posterior realizada en un cristal especial llamado “Sundym” y que suponía un elemento estético destacado en la línea del coche.
Al igual que su rival de Ford, el Tigra equipó dos pequeños motores. El más modesto era igualmente un 4 cilindros de 1.389 cc con 4 válvulas por cilindro que rendía 90 cv a 6.000 rpm con un par de 125 Nm a 4.000 (procedente del Corsa Sport). De prestaciones lógicamente discretas aunque funcionamiento agradable, destacaba especialmente por sus bajos consumos, pudiendo lograr medias por debajo de los 7 litros en una conducción tranquila.
La opción más potente era el 1.6 16 válvulas que, al igual que su hermano pequeño, pertenecía a la familia “Ecotec”. Este motor se tomaba prestado del Corsa GSI y daba 105 cv a 6.000 vueltas con un par de 148 Nm a 4.000. Las prestaciones sufrían una ligera mejora (la velocidad máxima rondaba ya los 200 kms/h), pero aún así es evidente que el coche no era precisamente lo que se dice “un cohete”… Lo bueno es que el consumo seguía siendo excelente, y medias de unos 7 litros son perfectamente plausibles en un uso normal. Añadir asimismo que este 1.6 sólo podía ir asociado a una caja manual de 5 velocidades, mientras que el 1.4 podía incorporar también una automática de 4 que no es nada recomendable, a no ser que sea imprescindible por alguna circunstancia, por el lastre que supone a las prestaciones y al consumo. Por suerte la caja manual tiene un funcionamiento satisfactorio y presenta además unos desarrollos bastante cortos que le ayudan a responder con fuerza en cualquier situación.
En cuanto al bastidor, pocos cambios encontramos respecto al utilitario del que deriva, siendo como era por aquellos años norma general en la marca alemana una asignatura a mejorar. Conserva la suspensión delantera McPherson y la trasera con eje torsional (a partir de 1997 la firma Lotus calibró la suspensión original consiguiendo una mejora notable en la conducción), la dirección de cremallera asistida, o los frenos delanteros de disco y traseros de tambor, estando en el apartado de comportamiento un paso por detrás de su rival de Ford. Tampoco se puede decir que el Tigra sea un peligro o algo insufrible, pero el Puma aporta más sensaciones en conducción deportiva y es más preciso y aplomado que el Opel.
Como sucedía también con el modelo de Ford, la utilización de multitud de componentes del Corsa como el salpicadero, cuadro de instrumentos (que en ambos coches ofrece una información bastante justa) o volante por ejemplo, desluce en parte la diferenciación y exclusividad conseguida con el diseño exterior, aunque al menos la calidad y el acabado eran muy destacados.
Señalar también que el precio de este pequeño Opel a mediados de 1998 no llegaba por poco a los 2,5 millones y era unas 80.000 ptas inferior al del Puma (comparando los dos topes de gama, es decir, el 1.6 con el 1.7). En el caso del 1.4 estaba ligeramente por debajo de los 2,1 millones, costando la versión automática unas 150.000 ptas más. Por lo tanto máxima igualdad entre estos dos coupés también en lo referente al precio de venta.
En el momento actual siguen siendo “almas gemelas”, ya que la cotización del Tigra es igualmente bastante baja. Consultando las mismas webs de vehículos de ocasión podemos apreciar que la media a pagar se mueve entre los 1.500 y los 2.000 euros, estando los mejores ejemplares en torno a un máximo de 3.000. En este caso existe igualdad en la oferta entre los 1.4 y los 1.6, y a la hora de decantarse por uno es preferible guiarse por el estado y kilometraje de la unidad en concreto más que por su motorización, ya que las diferencias en prestaciones y consumos no son demasiado grandes entre ellos. Asimismo, es recomendable decantarse por las unidades más modernas (de 1997 en adelante) ya que venían con algunas pequeñas deficiencias que surgieron al principio subsanadas y con ligeras mejoras como la comentada suspensión optimizada por Lotus.
Ya para terminar, y para que el modelo de Opel no sea menos, os dejamos con un anuncio del Tigra de 1998 que, aunque no es tan original como el del Puma, está protagonizado por el tenista Carlos Moyá. (https://www.youtube.com/watch?v=xuVZ5nmTfq8)