Si bien es cierto que tras ver el famoso programa de Top Gear en que un Toyota Hilux es machacado, devorado por la mar, incendiado, demolido junto a un edificio y luego arrancado tranquilamente, nuestro concepto de coche “indestructible” puede haber variado ligeramente, os invito en esta ocasión a hablar de un coche que verdaderamente tiene un nivel de satisfacción de cliente muy alto, un coche con pocas averías y del cual puedes encontrar algunas unidades verdaderamente “indestructibles”. Por si acaso no lo metería en el estrecho de Dover ni en la bahía de Santander, pero os invito a ver los siguientes hechos:
El Ford Focus MK1, tanto en sus versiones de gasolina como diésel, aunque más en la primera, es un coche que se encuentra aún (y mucho) en nuestras calles. Y no es que se vea una unidad por aquí o por allá. Os invito a bajar a vuestro barrio y dar un par de vueltas. A no ser que viváis en la Moraleja o urbanización de similares características en la que todos sean BMWs, en cualquier barrio podréis encontrar varias unidades. Ayer mismo bajé por el mío a dar una vuelta para hacer el reportaje y me encontré con 4 unidades en un paseo de no más de 600 metros.
Para que nos situemos el Focus se lanzó en el mercado español en el año 1998, del cual hace ya nada menos que 16 años. Su original estampa, a mi parecer acertadísima, hizo que incluso hoy en día el Focus Mk1 siga siendo más bonito que el actual (de nuevo a mi parecer). Dicho diseño hizo que se convirtiera en un superventas en toda Europa desde el primer día, sobre todo en Reino Unido. En 2001 y 2002, ya vendiéndose al mismo tiempo en Europa y USA el Focus fue el coche más vendido del mundo, lo cual no es para tomárselo a broma, porque vender más que los Corolla, Civic o los Ford F-150 es toda una hazaña.
Cuando se lanzó el Ford Focus como sustituto del Escort, Ford dio un cambio radical a sus operaciones europeas. Pasó de ser un fabricante generalista más a ser uno de los que mejores coches fabricaba a nivel de chasis y puesta a punto. El primer Focus fue un punto de referencia en su segmento desde que salió al mercado. De este coche, como dicen en Autoblog, “nos quedamos con su tren trasero multibrazo, su culo ajustable en pleno apoyo, y su dirección, precisa y sobre todo con tacto e información”. El porqué es claro, hoy en día el Focus aunque ya no sea tan original sigue siendo una referencia en su segmento, como el Fiesta, porque si las cosas se hacen bien, el resultado es siempre bueno.
Esta primera generación que nos ocupa estuvo a la venta entre 1998 y 2004 en Europa antes del restyling que lo modificó por completo. Se vendía en versiones “hatchback”, la más bonita fuera en 3 o 5 puertas, y luego también en versión sedán (no muy agraciada) y familiar (útil, pero tampoco muy bonita la verdad).
COMPRANDO UN FOCUS
Y bien, si esto es un blog de clásicos y usados, con el Focus no vamos a hablar evidentemente de un coche que se torne clásico con el tiempo (al menos de momento no), pero como usado, es un usado de lujo si necesitas un coche fiable, rápido, con un consumo ajustado, cómodo y por qué no decirlo, bonito y no tan desfasado como otros modelos que podemos encontrar por su mismo precio.
¿Y qué precios tienen los Focus Mk1 en el mercado actual?
Pues por increíble que parezca he encontrado varias unidades de entre 2002 y 2004 con menos de 100.000km, porque casi todas tienen más de 250.000km. Esas unidades son por ejemplo:
- Un Focus 1.6i Ghia de 101cv de 2003 y 84.500km por 2.900€
- Un Focus 1.6i Trend de 101cv de 2004 con 42.000km por 4.200€
- Un Focus 1.8 TDCi Trend de 100cv de 2004 con 97.000km por 4.300€
Todos en muy buen estado. Y por supuesto que los hay más baratos con muchos kilómetros pero este tipo de coche es el ideal para personas que usan un coche para ir a trabajar cerca, por lo que no precisan un diésel, tienen un segundo coche para viajar, y desean comprar un coche fiable por poco dinero. Por 4.000€ y otro 500-600 de revisión completa tendrías coche para rato.
El Focus ST de 2002 precedió al mucho más espectacular (también interesante y caro) Focus RS del que hablaremos en su momento de forma individual. El ST se vendió a partir de 2002, equipaba un motor de dos litros de gasolina desarrollado junto a Cosworth, con distribución y admisión variable, capaz de girar hasta 7.350 revoluciones por minuto. Atmosférico y tal vez algo carente de par en la parte baja del cuenta vueltas, el ST tiene un muy buen chasis. Estéticamente no es muy diferente de un Focus normal. Le distingue las llantas de 17 pulgadas, una ligera diferencia de anchura de vías y altura, un escape mayor…diferencias que solo un entendido apreciará a simple vista.
Por dentro los mismo, es casi igual a los demás excepto por los indicadores extra de presión y temperatura de aceite, además del fondo blanco general del resto de indicadores. Eso sí, un par de asientos Recaro que son mucho mejores que los asientos de serie. En marcha y en empleo de diario, el ST es un perfecto compacto para el uso cotidiano. Tiene cuatro buenas plazas, una posición de conducción elevada desde la que controlas bien sus dimensiones, buena visibilidad en todos los ángulos y un maletero más que aceptable para hacer la compra, irte de viaje, o llevar la sillita del bebé.
En España sólo se vendió la carrocería de tres puertas, así que olvidemos la versión 5 puertas que si se vendió en Alemania pero que no creo que merezca la pena importar.
Si te quieres "emocionar" y divertir con el ST, podrás hacerlo sin problemas. Su dirección sigue siendo un manual perfecto para saber cómo ha de sentirse un volante entre tus manos. Es rapidísima, con 2,6 vueltas entre topes, un morro que no tiene nada de pereza para entrar en las curvas, y muchísima información de cuánto agarre tienes bajo los neumáticos.
Los frenos además resultan muy potentes y resistentes al calor, por lo que podrás ir a buen ritmo un buen rato sin tener que preocuparte por ellos. ¿Lo peor? Dos cosas: el esfuerzo de cambiar de marcha, puesto que la palanca exige decisión y pensar bien los movimientos, y la falta de más motor.
¿Moraleja? Es divertido, pero no es "súper rápido". El ST es noble, conserva cierta comodidad, y además es fácil de conducir rápido por cualquier tipo de mano, no hace falta ser Raikonnen para sacarle un poco de jugo. El consumo no es precisamente reducido, unos 10 litros de media cada 100km, cifra que puede elevarse mucho si le das un poco de caña.
PEQUEÑOS PROBLEMAS
El volante motor de doble inercia puede presentar fallos, que notarás en un motor titubeante, con tirones inesperados y un ralentí poco estable.
Los Focus en general también pueden presentar algún que otro problema eléctrico (cuentakilómetros que no funciona, velocímetro...), así que son puntos a revisar, como también lo son las rótulas, y posibles vibraciones y ruidos raros al ralentí.
En todo caso, es un coche "duro" y relativamente barato de mantener, así que si encuentras uno que esté bien tendrás coche para rato, y además el seguro sale a un precio muy reducido. Como hay pocas unidades en venta es difícil encontrar una buena, pero se pueden encontrar entre los 4.000 y los 6.000€ según kilometraje. Encontrar uno con menos de 150.000km me ha sido imposible.
Como conclusión el Focus RS es mejor, pero el ST es la elección más racional y barata de mantener. Gasta combustible, pero es un buen compacto para el día a día, sobre todo si no haces mucho más de 15.000 kilómetros al año, y te permitirá divertirte, teniendo un buen espacio interior para llevar 4 personas sin problema.