Empezando por el principio, la primera pregunta que surge es: ¿Cuál es el origen del Hummer? Una versión realmente genial de la historia la podéis ver aquí (https://www.youtube.com/watch?v=DyZFI7BAREA), aunque por desgracia la realidad es mucho más prosaica… A finales de los años 70 el ejército norteamericano decide que ha llegado el momento de reemplazar su envejecida flota de vehículos ligeros (que en ese momento aún estaba formada mayoritariamente por el conocido Jeep) por algo más moderno y capaz, por lo que elabora una lista con los requisitos que deben cumplir los candidatos y celebra un concurso para la adjudicación del contrato (muy sustancioso por cierto). Uno de estos candidatos era la firma AM General Corps., que presentó lo que se conocía como “HMMWW” (leído se pronuncia HUMVEE), que viene a significar algo así como “vehículo sobre ruedas multipropósito de alta movilidad”. Éste vehículo resultó ser una excelente herramienta e incluso llegaba a mejorar algunas de las duras condiciones impuestas por los militares, en especial sus aptitudes como todoterreno, su versatilidad (con unas pocas variaciones servía para transportar carga o personal, como ambulancia, se le podían instalar armas de gran calibre, era aerotransportable, etc.), y su fiabilidad y fácil mantenimiento, por lo que tras varias pruebas y exámenes fue el ganador y pasó a formar parte finalmente de las fuerzas armadas estadounidenses a principios de los años 80. Quizá esta historia ya os suene porque hay otro todoterreno del que ya hemos hablado que tuvo un nacimiento similar: el Lamborghini “Cheetah” (germen del posterior LM-002), que fracasó en su intento porque la firma italiana, al contrario que AM General, no tenía la experiencia suficiente en este campo (lo cierto es que se puede decir que el Hummer y el Lambo llevaron vidas paralelas y son muy semejantes en varios aspectos).
Tras “ingresar en el ejército”, el Humvee comienza a participar en sus primeras misiones, siendo las más destacadas la invasión de Panamá en 1989 y la primera Guerra del Golfo en 1990. Precisamente en la famosa operación “Tormenta del desierto” de esta última es cuando se hace mundialmente conocido. Los estadounidenses en especial contemplan desde sus televisores como el imponente todoterreno con aspecto de tanque que conduce su ejército domina la situación y proporciona una superioridad aplastante a su tropa, por lo que comienza a hacerse popular e incluso deseado entre la población civil. Ya que la campaña de marketing estaba hecha, AM General decida sacar a la venta una versión ligeramente modificada y adaptada a su uso por las calles en 1992 del “Humvee M998”, a la que bautiza como Hummer, naciendo así oficialmente esta marca. Este primer Hummer que apareció en el mercado fue el modelo H1, y según se dice fue el actor Arnold Schwarzenegger (gran admirador del vehículo) uno de los primeros en adquirir un ejemplar, e incluso se comenta que fue una de las personas que más insistió a la firma para que lo lanzara al mercado tras conocer la versión militar.
Tras lanzar los dos modelos comentados y gozar de unos años de esplendor gracias a la época de bonanza económica, todo termina con la llegada de la gran crisis del 2008. El Hummer era un objeto de deseo y un signo de distinción y opulencia en los años en los que el dinero circulaba alegremente y el precio de la gasolina hacía que importara poco su consumo bestial, pero en cuanto llegaron las “vacas flacas” nadie quería hacerse ya con este “icono del despilfarro”. Como se suele decir en estos casos, el Hummer fue un hijo de su tiempo, un producto nacido en una época muy concreta en la que la economía mundial iba sobre ruedas y el derroche estaba incluso hasta bien visto… hasta que explotó la burbuja y se lo llevó por delante. La secuencia de su desaparición es, a grandes rasgos, la siguiente: a mediados de 2008, ya con una gran caída de ventas debida a la crisis y a la subida del petróleo, surgen los primeros rumores acerca de la venta de la firma por parte de GM. Comienzan a sonar nombres de compañías que la quieren adquirir, como Tata, Mahindra, algunos grupos árabes de inversión, e incluso una recompra por parte de AM General, aunque ninguna de ellas llega finalmente a nada. Aparece también un grupo industrial chino (Sichuan TengzHong Heavy Industrial Machinery Company) dedicado a la maquinaria de construcción y los vehículos industriales que parece muy interesado e incluso se llega a dar por hecha la venta por un precio de 150 millones de dólares, aunque finalmente el gobierno chino bloquea la transacción y esta opción fracasa también. Ante este panorama (desde principios del 2009 la producción del H2 estaba paralizada porque no se vendía), e incapaz de vender la marca a nadie, GM decide bajar definitivamente la persiana en 2010, dando por concluida la corta pero intensa vida de Hummer. Resulta obvio que su tiempo había pasado, y en un mundo como el actual con una economía inestable y una conciencia ecológica cada vez mayor un vehículo de este tipo no tenía ni sentido ni futuro.
Tres son los modelos que se comercializaron bajo esta marca, el H1, el H2 y el H3. Vamos a conocerlos un poco mejor:
H1
Como ya hemos visto, el H1 fue el primer vehículo comercializado por Hummer estando ésta todavía bajo propiedad de AM General, y se trata de un derivado del “Humvee” militar adaptado para su uso en la vida civil, pero aún así estamos sin duda ante el modelo “más bestia” de los tres. Comercializado entre 1992 y 2006 (una nueva ley de emisiones más restrictiva obligó a su retirada del mercado), es un auténtico mastodonte que podía llegar a pesar casi 3.500 kgs según versión con una longitud de 4,7 m, una anchura de 2,2 m (sin contar los espejos…), y una altura de 2 metros… Disponible con varias carrocerías, sus capacidades todoterreno eran simplemente impresionantes ya que tenía una altura libre al suelo de 40 cm, podía subir pendientes con un 60 % de desnivel, tenía una capacidad de vadeo de 76 cm y podía subir escalones frontales de medio metro. Eso sí, una vez que pisaba el asfalto se convertía en un automóvil poco menos que insufrible: lento (velocidad máxima de unos 140 kms/h), incómodo, muy ruidoso, poco manejable debido a sus dimensiones y su mala visibilidad (tiene grandes ángulos muertos que dificultan mucho cualquier maniobra), tosco y poco refinado… todo ello por otra parte lógico dada su orientación a la hora de diseñarlo. El motor más utilizado para el H1 fue un V8 de 6,5 litros turbodiésel con una potencia de unos 200 cv asociado a una caja automática de 4 velocidades, conjunto poco eficiente por otra parte ya que los consumos rondan en circunstancias normales los 20 litros (aunque con esas dimensiones, ese peso y una aerodinámica pésima poco más se puede hacer…), no obstante para que no hubiese problemas con la autonomía el depósito de combustible cubica nada menos que 160 litros. El interior, a pesar de ser enorme, sólo tenía disponibilidad para 4 plazas y destacaba por ser tremendamente rústico y sencillo, y contar además con una consola central gigantesca que hacía que piloto y copiloto pareciera que estuvieran separados por un tabique.
Estamos por tanto ante el Hummer original, el más radical, el más orientado a su uso off-road y el menos refinado, toda una mole pensada para su uso en el ejército que por caprichos del destino acabó circulando por las calles de las grandes ciudades convertido en un icono de la desmesura.
En venta desde el 2002 hasta el cierre de la firma, el modelo H2 fue diseñado bajo dirección de GM y por tanto ya no está orientado a su uso profesional extremo, sino que es un derivado más refinado, cómodo y manejable. El objetivo de la multinacional estadounidense era aprovecharse de la atractiva imagen conseguida con el H1en un nuevo vehículo más comercial y civilizado, que perdió una buena parte de sus aptitudes todoterreno en favor de estar mejor adaptado a un uso normal por carretera. Así, la altura libre al suelo disminuyó hasta los 25 cm, la capacidad de vadeo hasta los 50 cm y los diferentes ángulos que miden las capacidades off-road también empeoraron en mayor o menor medida. Por el contrario, el H2 es mucho más moderno y agradable que el H1 original, especialmente en lo que se refiere al confort de marcha y al interior, que ya se asemeja más al de un turismo de lujo que al de un Land Rover de los años 60. Resumiéndolo mucho podríamos decir que dejó de ser un auténtico 4x4 de los de antaño para convertirse en un SUV de lujo.
El motor pasa a ser de gasolina y adopta un gigantesco V8, de 6 litros primero y 6.2 después, que rinde una potencia ligeramente superior a los 300 cv (las últimas versiones comercializadas contaban con una versión revisada del V8 que proporcionaba 400 cv). El cambio seguía siendo automático y las prestaciones se volvían a ver limitadas por su altísimo peso (anda por unos 3.000 kgs) y su aerodinámica tan mala, pero lo que no cambia con respecto al H1, o más bien empeora, es su consumo bestial, ya que la media se puede ir hasta los 25 litros sin mucho esfuerzo. En un uso urbano intensivo o apurando sus prestaciones al máximo la media sobrepasa los 30 litros tranquilamente…
Si hablamos de dimensiones, aunque su anchura es ligeramente inferior a la de un H1, por el contrario su altura y su longitud crecen incluso algo más, lo que provoca no pocos problemas a la hora de aparcarlo, hacer maniobras en espacios reducidos o circular con fluidez por una gran ciudad y, según cuentan algunos usuarios, algo tan común como aparcarlo en un parking se convierte en muchas ocasiones en toda una odisea.
Como dato curioso, apuntar que en nuestro país en el año 2007, un H2 nuevo partía de un precio de unos 75.000 euros para el más asequible hasta los 79.000 de la versión “Luxury” más costosa, y aunque pueda parecer caro de adquirir y más caro de mantener lo cierto es que en aquel periodo las ventas rondaban las 70 unidades por año (en EEUU logró despachar nada menos que casi 150.000 unidades en sus 6 primeros años de vida).
Con el ánimo de seguir ganando cuota de mercado, GM lanza en el 2005 un nuevo modelo de Hummer más pequeño y razonable pensando sobre todo en el mercado europeo, el H3. Con unas dimensiones más reducidas que pasan a ser de 4,8 metros de largo, 1,9 m de ancho y 1,85 de alto para un peso de unos ya más moderados 2.200 kgs, no hay duda que el H3 sigue siendo un vehículo de un tamaño más que respetable, pero ya dentro de unos límites más racionales. Este Hummer constituye por tanto la opción más accesible de la gama, y para su diseño se parte de la plataforma empleada en la pick-up Chevrolet Colorado, siendo el único modelo de la marca que fue construido directamente por GM.
Al igual que pasaba con el H2, sigue conservando unas buenas aptitudes para la conducción off-road pero su orientación real no es la de un 4x4 puro y duro sino mas bien la de un SUV de lujo. El interior por ejemplo es muy espacioso y cómodo, y es aún más moderno y está más cuidado que el de su hermano mayor. Por fortuna ya no queda ni rastro de aquel ambiente tan rústico y tosco del original.
En lo referente a las motorizaciones, el Hummer más pequeño podía equipar dos propulsores: un 5 cilindros en línea de 3.700 cc y 245 cv (disponible con cambio manual de 5 velocidades o automático de 4), o un V8 de 5,3 litros y 305 cv (sólo disponible con el cambio automático de 4 marchas). El consumo medio en carretera del más pequeño rondaba los 15 litros, siendo lógicamente algo superior el del V8. No son cifras pequeñas, pero estos motores más modernos y sus dimensiones y peso más contenidos logran que ya no veamos en el ordenador de abordo las medias de escándalo ya mencionadas de sus antecesores. Las prestaciones por otra parte no son demasiado brillantes dado el enfoque del H3, y la velocidad máxima por ejemplo está limitada a 160 kms/h.
El precio en España del H3 en el año 2007 era de 40.500 euros para la versión básica y de 48.500 para el tope de gama (versión “luxury”), lo que significa que estamos hablando de un desembolso de casi la mitad de dinero en comparación con el H2 por lo que a mi juicio suponía una compra mucho más lógica, salvo que lo se buscase fuese llamar la atención y presumir…
ADQUISICIÓN DE UN HUMMER
Hacerse hoy en día con un Hummer de ocasión en nuestro país no parece demasiado difícil en vista de la abundante oferta que existe en las webs más conocidas de compraventa de vehículos. El modelo más escaso y cotizado es el H1, y su precio parte de un mínimo de unos 40.000 euros hasta un máximo de 120.000 que piden por un par de unidades, aunque la media ronda los 50-60.000 euros. El más abundante es el H2, del que podemos encontrar algún ejemplar por poco menos de 20.000 euros, estando el tope sobre los 50.000. Alrededor de los 20-30.000 es donde se concentra el grueso de la oferta y, como suele ser habitual en un coche de estas características, los kilometrajes suelen ser muy bajos. Por último tenemos al H3, del que también hay una considerable oferta. Su cotización parte desde unos 13.000 euros hasta llegar a un máximo de unos 28.000, y al ser el último modelo en aparecer suelen ser los ejemplares con menor antigüedad (la mayoría están entre el 2006 y el 2008).
A raíz del éxito cosechado por el Humvee y posteriormente por el Hummer H1, ambos se convirtieron en un referente mundial en lo relativo a vehículos todoterreno capaces de todo, por lo que no tardaron en salirles imitadores e incluso “hermanos” gracias a las licencias concedidas por su creador. Uno de estos imitadores nació en nuestro país, y como a nosotros nos gusta apoyar y publicitar todo lo que sea español, tenemos que dedicar unas líneas al Uro Vamtac.
Creado por la empresa gallega Urovesa, fundada en 1981 y especializada en los vehículos todo terreno especiales, el Vamtac es prácticamente un clon del H1, y al igual que éste posee unas capacidades off-road impresionantes y una marcada orientación hacia su utilización profesional, ya sea en el ámbito militar (son proveedores del ministerio de defensa español, portugués o marroquí entre otros), como vehículo de rescate, o en otros cuerpos como la policía (en la puerta de la embajada de EEUU en Madrid recuerdo haber visto aparcado uno de la Policía Nacional), bomberos, protección civil, etc. Al igual también que el Hummer, el Vamtac es altamente versátil y con unas pocas modificaciones se puede transformar en prácticamente cualquier configuración que se nos ocurra.
Como tampoco es cuestión de extendernos demasiado dada su semejanza con el H1, si alguien quiere informarse más en profundidad acerca de esta empresa puede hacerlo en su página web (http://www.urovesa.com/es/), y allí encontrará todos los datos técnicos y demás información relativa a sus vehículos. Lo que si recomiendo es echarle un vistazo a este vídeo realizado por la propia marca en donde se ponen a prueba las capacidades del Vamtac (https://www.youtube.com/watch?v=OzNxRi8L7fY) porque es sencillamente alucinante lo que un aparato de estos es capaz de hacer…