También planteó una versión descapotable partiendo de esas mismas plataformas. Y creó dos tipos diferentes de puertas: una convencional y otra de apertura vertical tipo alas de gaviota. En otros prototipos modificó la zaga, haciéndola más alargada... Todo ello, en definitiva, tenía como objetivo que no hubiese dos Aztec iguales. El concepto individualizado y particular del kit car llevado a la práctica.
Problemas y trabas, por supuesto, existieron. En Estados Unidos el capítulo de homologación se superó con relativa facilidad, pero en Europa, la gestión fue más complicada. La solución pasó por utilizar el bastidor y la mecánica del Escarabajo de serie, sin modificación alguna, y luego montar la carrocería inoxidable. De esta manera, se consideraba a efectos legales un coche usado transformado. Algunos elementos, de hecho, se llegaron a fabricar ex profeso en Alemania.
La publicidad era clara y explícita: "¿Cómo se transforma un Escarabajo en un singular deportivo? Desmonten la carrocería antigua y monten la nueva sin necesidad de soldaduras. Está realizada de tal manera que cabe perfectamente sobre los Escarabajo 1200, 1300 y 1500. Usted sólo necesita algo de habilidad, herramientas y una taladradora eléctrica".
La exclusividad y, sobre todo, el precio, fueron las claves del éxito del Aztec GT. Por menos de 1.300 dólares, cualquiera podía transformar un Escarabajo en un biplaza atrevido y sugerente, con ciertas reminiscencias en su línea del Ford GT40. Pronto el mercado se hizo eco de su acogida y, durante algunos años, aparecieron no pocos pequeños fabricantes de este tipo de coches personalizados, especialmente en Estados Unidos e Inglaterra.
Un detalle peculiar del Avenger era el capó motor, que se suministraba en dos versiones: una corta (sólo la parte final de la cola) y una segunda, más vistosa, que abarcaba los tres cuartos posteriores, en la línea, otra vez, del GT40 y del Lamborghini Miura, por ejemplo.
Con el tiempo Fiberfab siguió diversificando su catálogo. Para el Caribee, recurrió a chasis y mecánicas de MG, Triumph y Austin-Healey. En esa línea presentó en 1968 el Jamaican, más compacto y estilizado, pero conservando el estilo de biplaza con una zaga tipo fastback, un largo y afilado capó y los faros (carenados) empotrados en él.
¿Merece la pena tener este tipo de coches?. Para mi la respuesta es clara, NO, son una mierda, pero me gustaría que algún seguidor me diera su punto de vista, el porqué de que estos coches sean en algunos sitios tan populares. El "hágaselo usted mismo" siempre funcionó bien....y al final tienes un coche exclusivo...pero que hace volver las cabezas de la gente no solo con comentarios halagadores...