También se lanzaron en ese período 1997-2001 el Bullet y Bristol Series 6 que se vendió hasta 2011, pero que seguía siendo un 603 con retoques estéticos y un motor un poco más moderno. Vamos, que la intención era buena pero lo obsoleto del sistema de la marca pudo más que las ganas de poner en marcha un sistema nuevo.
Fue en ese momento cuando en Bristol decidieron hacer un Superdeportivo Británico de dos plazas con un V10 Chrysler como mandaba la tradición y que se llamó como el avión de Bristol de la Primera Guerra Mundial, el Fighter. En 2004 el proyecto estaba listo, tenían entre manos un vehículo capaz de enfrentarse a cualquier bestia alemana o italiana. El Fighter, era en principio un coche original, con carrocería coupé y puertas en forma de alas de gaviota. Diseñado por Max Boxstrom, ingeniero de Fórmula 1, montaba un V10 de 8.0, concretamente el del Viper, que con ligeras modificaciones rendía 525CV a 5.600rpm y daba un par de 698NM a 4.200rpm. No es que exteriormente fuera gran cosa en su diseño, aunque tampoco es lo peor que hemos visto por este Blog. Pero no parecía un diseño muy de 2004.
Más adelante sacaron la versión S, con 660CV. Los precios eran de 263.000€ para el modelo normal y de 294.000€ para el S.
Ya en 2006 viendo que las ventas no levantaba el vuelo, Bristol decide dar el do de pecho lanzando el Fighter T, con el mismo V10 y un turbo (siendo el primer motor V10 con turbo en el mercado mundial), rindiendo 1.026CV y 1405Nm de par. La velocidad máxima se limitaba electrónicamente a 362km/h. Con la promesa de poder destruir con él a cualquier competidor como los Veyron y el SCC Aero, ambos con 1.000CV, se vendieron unas pocas unidades más y en 2011 Bristol quebró oficialmente, siendo comprada por Kampork Autokraft (filial de Frazer-Nash) con la intención de desarrollar vehículos híbridos.
El destino hizo que Frazer Nash y Bristol se reencontraran muchos años después. Actualmente Bristol se dedica a restaurar viejos modelos según especificaciones originales propias para venderlos y a dar apoyo técnico a los propietarios.
Existen también planes de desarrollar vehículos híbridos por parte de Frazer Nash que se han traducido en la presentación en 2009 del Frazer Nash Namir, en su momento el híbrido más rápido del mundo, y que quiere contar con Bristol como apoyo para desarrollar dichos híbridos. Veremos lo que el futuro les depara juntos. Puede que por primera vez la cosa vaya por el buen camino.