INTRODUCCIÓN
Tras el final de la 2º Guerra Mundial, la gran perdedora, que obviamente es Alemania, queda dividida en dos: la República Federal Alemana (Alemania Occidental) y la República Democrática Alemana (Alemania Oriental). Hasta la caída del Muro de Berlín a finales de 1989 y la posterior reunificación, cada país tiene su propia industria totalmente independiente con la ya conocida diferencia radical de ideología. En lo referente al mundo del automóvil, las marcas de la parte capitalista son de sobra conocidas por todos y siguen aún en activo (BMW, Mercedes-Benz, Porsche, VW…), pero las de la parte socialista son prácticamente unas desconocidas que desaparecieron irremediablemente al comienzo de los años 90. Básicamente son dos: Trabant y Wartburg (ambas pertenecientes al grupo industrial IFA), y precisamente de esta última y su modelo 353 vamos a hablar en esta ocasión.
El modelo 353 nace en 1966 y se comercializa, con alguna modificación, hasta 1991, año en que, como dijimos, desaparece la marca. Su creación se debe a la necesidad por parte del gobierno comunista de tener un coche sencillo, barato y fácil de producir con el que motorizar el país, ya que con su predecesor, el 311, Wartburg sólo era capaz de cubrir el 20 % de las necesidades del mercado.
Durante sus 25 años de vida se produjeron varias modificaciones, dando lugar a diferentes versiones: 353, 353W, 353S (que fue el que llegó a España) y el 353 1.3, si bien las diferencias entre ellos fueron mínimas (ligeros retoques estéticos y de interior) y casi se puede hablar del mismo coche. La evolución técnica en esos años fue nula y tan sólo al 1.3 (que apareció en 1988) se le puede considerar un poco “diferente” al cambiar el motor habitual por un 1.300 cc de 64 CV y origen VW.
La producción total fue de 1.377.974 vehículos, repartidos en 356.330 unidades del 353, 868.860 del 353 W y S, y 152.775 del 1.3.